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Sueños

Daniela Rea

Mundos oníricos, México, Abril de 2022

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Esta es una pequeña colección de refugios que me aparecen en los sueños:

5 de julio de 2016

Soñé que Luis mataba a una mujer, era una adolescente. La mataba de alguna forma extraña, podría decir que sin querer. Luis tenía remordimientos, miedos. Y yo supongo que su familia la buscaba. Luis hizo una ceremonia para despedirla. En el jardín de la casa la sepultó con flores y palabras y sobre su cabeza hizo una fogata. 

31 de diciembre de 2016

Soñé que veía un vídeo de desaparecidos, cientos de personas en fila en un descampado, mientras otros los iba acostando boca abajo, por grupos según su origen. Algunos traían capas blancas y eran más bien unos espectros, unos fantasmas. Yo miraba el video y trataba de imaginar al joven de tenis blancos que acomodaba a los desaparecidos. Trataba de imaginarme ahí, boca abajo, resignada a que sería ya el final, trataba de ver si sería posible tener algo de paz, de hablar con quien estaba a mi lado y asumir que vendría una muerte, con resignación.

7 de enero de 2019

Soñé que estaba en el mar y que los barcos harían una ceremonia aunque no recuerdo bien a que. En el fondo todos los barcos encendían su sirena durante varios segundos, minutos y al frente buzos salían a la superficie con peces de colores en sus manos, había un pez transparente con esqueleto amarillo con peces azules pequeñitos que nadaban en su interior. Encendían fuegos artificiales. Luego caminaba a una playa con mi hermano y estábamos junto a una piedra gigante tomando el sol, yo veía que la piedra tenía un orificio y le decía a mi hermano Luis y comenzábamos a abrirla y a girarla y dentro de ella encontrábamos tres cuerpos con arena. Lo primero que vi fue el pie moreno con uñas pintadas de morado y sandalias puestas. Me asomaba y veía otros cadáveres dentro. Estaban intactos, bien conservados, quizá por la arena o la roca. Mi hermano lo sacaba y yo no quería ver sus caras, cuando él sacaba uno para acostarlos sobre la arena yo miraba como de reojo sus ojos ¿o más bien ellos me miraban a mi? Tenían unas pestañas espesas y eran ojos alegres. Yo me iba al salón o salones de fiestas cercanos a la playa a recoger flores para hacerles una despedida, para lanzarlos al mar en una ceremonia de amor, de no dejarlos solos. Pero luego pensaba, si los lanzamos al mar, a las olas, ¿cómo los vamos a reconocer a identificar?

Algún dia de 2022

Estaba en un bosque, montaña donde había sicarios a los que tenía que ir a buscar con otro compañero para entrevistarlos, los sicarios nos veían y dos se acercaban a atacarnos, eran dos jóvenes mujeres, una de ellas me miraba a los ojos y me hacia un guiño, como !tírate! y me tiraba y ella se acercaba como diciéndome no te muevas, cree en mi y en eso me disparaba, pero me disparaba salvas que me sacaban sangre pero no me mataban para que sus otros compañeros pensaran que yo estaba muerta y me dejaran después huir. Pero sus amigos se acercaron y me vieron viva y nos llevaron a mi amigo y a mí al campamento. Ahí estábamos en su campamento, viendo su vida cotidiana, comer, limpiar ropa, armas, era un campamento de sicarios, mujeres y hombres que estaban ahí para matar a quienes sus jefes les dijeran. En medio del campamento donde estaban, tenían una habitación y ahí había un niño, era de todos y de nadie, pero tenían al niño ahí para eventualmente alguien cuidarlo, se turnaban para cuidarlo, para dormir con él, para jugar con él, creo que significaba que estaban cuidando mas que a un niño, estaban cuidando su posibilidad de volver, de no dejar de ser personas, de la vida, de poder volver.