Sociología de la Desviación

Sociología de la Desviación

curso 2020-2021 > 2º cuatrimestre Facultad de Derecho/Dpto. de Sociología y Trabajo Social. Campus de Gipuzkoa EHU/UPV Diego Carbajo Padilla Asignatura Obligatoria de Grado en Criminología (3er curso/castellano/6 créditos)

La asignatura de Sociología de la Desviación, continuación de Introducción a la Sociología y donde el alumnado se familiariza con la dimensión social de la realidad, profundiza en estas cuestiones ahondando en la comprensión de uno de los conceptos clave de la Criminología, la Desviación.


La Desviación tiene el potencial de ser impactante. Si viajamos a otros lugares en otros países, o incluso dentro del nuestro, nos encontraremos costumbres diferentes a las nuestras. Esto significa que si viajamos a muchos lugares diferentes, tendremos una mayor probabilidad de experimentar algo chocante y/o perturbador. El descubrimiento sociológico ha sido descrito como choque cultural sin desplazamiento geográfico. Como los viajeros que van a otro lugares experimentan una sensación de inquietud, desorientación, o sorpresa ante las personas cuyas costumbres son diferentes de las suyas, de igual manera, podemos sorprendernos al ver acontecimientos familiares de una manera diferente. Este choque cultural puede llevarnos a un mayor etnocentrismo. Así, nos diremos a nosotros mismos cosas como “nosotros nunca haríamos eso”, “tendríamos que estar enfermos, locos, o fuera de nuestras cávalas”.

Sin embargo, debemos luchar contra esta centralidad y hacer todo lo posible para entender el contexto de la acción. Debemos entender que si nos hubiésemos socializado en una cultura donde la gente come perros, caballos, ovejas, serpientes de cascabel, langostas, o termitas, hubiéramos, con toda probabilidad, comido y disfrutando de estos “manjares” también.

Poder ver la desviación como algo que puede producir un choque cultural, pero que eso no es intrínsecamente malo o enfermo, es determinante. De la misma manera en que podemos estudiar cualquier forma de comportamiento en un país extranjero, podemos estudiar la desviación “en casa” – incluso en nuestros propios hogares – como parte de las cambiantes relaciones sociales y variables significados culturales. Precisamente porque nuestro objetivo es entender el contexto de la conducta y cómo y por qué se define y evalúa de una manera concreta, no vamos a pasar mucho tiempo tratando de decidir si la desviación es anormal o enferma y si necesita de curación o corrección. Estas son preguntas muy importantes para otras personas, pero no para los sociólogos. Del mismo modo que sería demasiado etnocéntrico concluir que comer carne de perro en lugar de comer carne de vaca es anormal o enfermo, es demasiado etnocéntrico concluir que las personas que inhalan ciertos tipos de sustancias (como por ejemplo, marihuana) son más anormales o enfermas que las personas que inhalan otro tipo de sustancias (como por ejemplo, tabaco). La Desviación, en prácticamente todas sus formas, es una característica normal de las sociedades humanas, y tenemos que luchar contra la tentación de equiparar la desviación con la enfermedad o anormalidad. Ciertas desviaciones pueden escandalizar a las personas que no están familiarizados con ella, pero esto no significa que la desviación es necesariamente sinónimo de anormalidad o enfermedad.

Las teorías de la desviación han evolucionado con el tiempo. En sus inicios, como podremos ver, las primeras perspectivas se basaron en la creencia de que las características intrínsecas de los desviados, y la desviación, se diferenciaban claramente de sus opuestos “normales”, de manera natural. Se suponía que la desviación, consecuentemente, era lo que la gente anormal hace. Con el tiempo, la atención se ha ido dirigiendo a las normas y a las etiquetas y reacciones sociales. La desviación social llegó a ser vista como una característica regular de la vida en una sociedad pluralista que podría ser causada por el propio control social que aspiraba a gestionarla (incluso aspirando a erradicarla en algún caso).

Así, en resumidas cuentas, entendemos que el concepto de desviación capta el carácter de construcción social de unas realidades complejas, relacionales, dinámicas y problemáticas, fruto de la diferenciación social, el conflicto social y el desacuerdo social, por lo que tratar de dar con una definición univoca, estática y ortodoxa resulta tan difícil como improductivo. En este sentido, el reto, y a su vez la invitación, a la que nos confronta la sociología de la desviación no es el de la generación de taxonomías, sino la de comprender una realidad compleja más allá de nuestros propios conceptos y limitaciones epistemológicas.

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